MI PRE MUERTE
Esta mañana, al despertarme, intenté abrir los ojos, pero estaban pegados. Quise articular una palabra, pero la boca no se abrió. Tampoco pude escuchar , ni oler, ni sentir. Mi cuerpo ya no era el mismo con el que me acosté anoche. Lo noté frío, duro, inmóvil. Entonces me di cuenta. Supe al instante lo que me pasaba: estaba muerto. Pero lo muertos no piensan, recordé. Entonces estoy loco. Tampoco. Los locos no razonan. Y fue entonces cuando comprendí todo: estaba pre-muerto. Si, la pre-muerte es un estado que se caracteriza por estar vivo, pero sin poder desarrollar ninguna de las funciones de estos. Es estar muerto sin estarlo. Es estar vivo, sin estarlo. Es estar pre-muerto. Un pre-muerto perdió la capacidad de amar, pero sabe lo que es amar. Un pre-muerto no puede llorar, pero siente la permanente necesidad de hacerlo. Un pre-muerto no ríe, ni grita, ni se alegra, ni deja que ningún sentimiento lo perturbe. Un pre-muerto es un muerto en vida. Es un ser que ya no siente.. Un pre-muerto vive en un cuerpo vivo pero con el alma muerta. Un pre muerto es un muerto de alma. Y eso soy yo. Pre-morí cuando de tanto amar, dejé de hacerlo, por hastío, por fastidio. Cuando dejé odiar por no tener ya fuerzas para seguir haciéndolo, por haberse extinguido el ultimo rescoldo de rabia que me quedaba. Pre- morí. cuando maté todos mis recuerdos: los buenos y los malos. Cuando ya no quise saber nada de nadie, ni de mi mismo. Cuando ya no me importó vivir. Cuando ya no me interesó seguir viviendo. El día que se apagaron todas las luces en mi escenario, cuando lo negro ocupó todos los espacios, cuando sentí que no valía la pena seguir existiendo, ese día pre morí. Rígido en la cama, imposibilitado de moverme solté mis pensamientos y comencé a caminar. Despacio me fui alejando de ese cuerpo inútil. Bordeando la ruta de mis propios deseos llegué a la tierra donde nada existe. Donde todo está por construirse y entendí que ese era el final del viaje. Desde aquí, puedo ver todo en perspectiva y entender porqué pre-morí. Supe que no fue una decisión exclusivamente mía, muy por el contrario muchos otros, con su accionar, determinaron que así fuera. Decepcionado de mis amores, hastiado de recordar lo que no quería recordar, cansado de tanto odiar a quienes también me odiaban decidí escribir mi penúltima página y esperar que la naturaleza siga su curso, que venga la muerte para poner punto final y cerrar el libro que por algún tiempo llevo escribiendo. Pre-morir no es morir... todavía, pero es empezar a hacerlo. EFO
Magnífico, aunque por pre muerte pensaba que era alguien que dice que sabe la fecha en que morirá, y de que. Así vive pre-muerto, contando los años.
ResponderEliminarMe identifico especialmente con el final, que no es el final de la vida, es realmente el comienzo.... empezar a vivir de nuevo, es lo que me ha tocado, y tal como lo dices, implica aprender a reír, a llorar, a soñar y, por supuesto, envejecer otra vez.
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