jueves, 2 de abril de 2020




EL GRAN MIEDO


Las fobias son miedos intensos e irracionales de los que no es posible liberarse incluso cuando no existe un peligro real. En una fobia específica, el miedo, la ansiedad y la evasión se centran en determinados objetos, actividades o situaciones, quienes las sufren reconocen que no pueden controlarlos. Un trastorno fòbico se distingue porque produce ansiedad abrumadora. Las verdaderas fobias causan vómito, carreras sin control o desmayos. Para que haya un trastorno fóbico se requiere que el miedo altere la vida diaria. Los fóbicos se sienten tan amenazados que harán hasta lo imposible para evitar el objeto o la situación temida.
Las fobias específicas son un tipo de trastorno de ansiedad, en el cual una persona puede sentirse extremadamente ansiosa o tener un ataque de pànico cuando es expuesta al objeto del miedo. Las fobias comienzan a desarrollarse en promedio a los trece años y las mujeres son dos veces más propensas que los hombres a sufrirlas. 
La fobia, como consecuencia de un miedo aparentemente consciente acompañado de un componente ansioso, puede expresarse de muchos modos. Existen tantas fobias como personas, ya que cada individuo puede desarrollar una fobia a cualquier cosa.
Entre las mas comùnes destacan la  Agorafobia (miedo a los espacios abiertos), Claustrofobia (miedo a los espacios cerrados), Patofobia (miedo a la enfermedad), Zoofobia (miedo a los animales), Triscaidecafobia (miedo al número 13) y entre las màs raras, Ginofobia (miedo a las mujeres), Androfobia (miedo a los hombres), Penterafobia (miedo a la suegra), Telefonofobia (miedo a celulares), Nomofobia (miedo a salir de casa sin el celular), Catagelofobia (miedo al ridículo), Novercafobia (miedo a las madrastras), Trihexafobia (miedo al número 666), Tripofobia (miedo a los agujeros) y la madre de todas las fobias: Panofobia (miedo a todo). 
El miedo es una sombra que nos acecha, que està siempre presente, aunque no siempre se manifieste. Aparece cuando nos sentimos amenzados y nos advierte que debemos ponernos a salvo, que tenemos que evadir lo que nos amenaza. Es la ansiedad que sentimos al pensar obsesivamente en una situación o actividad que tememos y que está pendiente de ocurrir.
El miedo es un frìo, que sube por las piernas, se aposenta en el estomago y nos atenaza el corazòn. Pero el verdadero miedo es tener miedo al miedo, lo que equivale a vivir con los recuerdos temerosos del pasado que proyectamos hacia un futuro incierto. 
El pasado es una carga que sobrellevamos. Un pasado luminoso, lleno de gratos recuerdos, plagado de agradables experiencias vividas, nos reconforta, por el contrario un pasado pesaroso nos atormenta, nos amenaza. Desechemos el miedo y para hacerlo empecemos por hacer las paces con nosotros mismos para luego perdonarnos y finalmente comprometernos a mejorar. Es la ùnica forma de continuar viviendo. EFO




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