CHE, VOS SOS ARGENTINA
Nadie sabe con propiedad dónde nació. Lo cierto es que un día apareció disputándole a patadas el balón a los muchachos del barrio. Más adelante, su engominado pelo y su sonrisa de póster harían derretir de pasión a las muchachas que llenaban los teatros para oírlo cantar.
De acuerdo a la versión más aceptada Carlos Romualdo Gardés, nació el 11 de diciembre de 1890, en Toulouse, Francia. Cuando apenas contaba con dos años de edad su madre decidió abandonar Europa y radicarse en América, El 23 de marzo de 1893 arribaron al puerto de Buenos Aires. Doña Bertha se instala en la calle Uruguay, entre Cangallo y Sarmiento, de la ciudad porteña.
Gardel debió soportar una infancia signada por la pobreza y el sufrimiento. A los 14 años comienza a trabajar como tipógrafo, pero mientras, sus manos construían palabras, su mente entretejía sueños.
En l911, cuando ya le precedía la fama de cantor de serenatas conoce a José Razzano, con quien conformará el dúo Gardel-Razzano. Muy pronto la naciente asociación dará sus frutos. Una gira sucede a otra y cuando menos lo esperan debutan en el Teatro Nacional, con la obra Paraíso. En 1915 viajan a Uruguay y Brasil donde logran un verdadero triunfo; a su regreso a Buenos Aires se presentan en el Teatro San Martín. El 11 de diciembre de ese mismo año es herido de bala al salir en defensa de un amigo; el proyectil se le alojó en un pulmón y nunca fue extraído.
En 1916 filma su primera película, La flor de durazno y graba su primer disco, Cantar Eterno. En 1923 marchan a España donde actúan con gran éxito. La asociación se mantendrá hasta 1925, cuando Razzano tiene que separarse por motivos de enfermedad. Queda Gardel solo y con él nace el tango-canción.
El tango viaja a París
El mítico gaucho de facón a la cintura y boleadoras en mano paseó su figura por los puentes del Sena. Luego, ya afrancesado, elegantemente trajeado regresó a Argentina, para ser aclamado por el mismo público que antaño lo despreciaba acusándolo de arrabalero.
El tango-canción debió viajar a París y triunfar en la Ciudad Luz, para que en la tierra donde nació se le considerara como algo propio.
En 1928 debuta Carlos Gardel en París, en compañía de Ricardo Barbieri y Aguilar. El carretero se convirtió en la canción más popular de la capital francesa al punto que la interpretaban a cada instante por calles y avenidas.
Desde ese momento Gardel agota las localidades en todas sus presentaciones. Triunfa en el Florida, donde conoce a Charles Chaplin, en el Empire y graba una serie de canciones para la Odeón francesa.
En 1930 regresa a Buenos Aires, para grabar diez canciones, casi de inmediato vuelve a París donde filma Luces de Buenos Aires, con Sofía Basán y Gloria Guzmán. Su éxito era tal que el público obligaba al proyectista a devolver la máquina para escuchar la repetición de Tomo y obligo.
En 1934 filma en Nueva York El día que me quieras, Cuesta abajo, El tango en Brodway y Tango Bar.
Ya Gardel está consagrado. El solo anuncio de su presentación despierta oleadas de emoción entre sus seguidores. El timbre de su voz hace vibrar los corazones femeninos. Es un ídolo.
Caballos y mujeres
¿ Se casó Carlos Gardel? La respuesta a esta pregunta pertenece, como casi toda su vida, a la leyenda, forma parte de ese halo de fantasía que rodea su figura. No falta quien afirme que Gardel se casó en secreto con una linda rubia y que su matrimonio nunca fue divulgado para no perjudicar su fama de galán. Puede ser cierto. De él nada cierto, ni nada es falso.
Durante su vida se le atribuyeron cientos de romances. Carlos Gardel gustaba de las mujeres y ellas, por supuesto, de él. Su afición por el bello sexo tan sólo lograba atenuarla su pasión por la hípica.
Enredado en las patas de un caballo, el morocho del abasto consumía tardes enteras. Pero no sólo apostaba, sino que también era propietario de caballos de carrera. Por Lunatico era capaz de dejar casi cualquier cosa. Ese bello animal, que ganó diez carreras para su dueño, era su obsesión, al punto que solo permitía que lo montara el Pulpo, Leguisamo.
Gardel en Caracas.
Gardel llegó a La Guaira el 25 de abril de 1935, procedente de Puerto Rico. Al zorzal criollo, le acompañaban su compositor y amigo, Alfredo Lepera y sus guitarristas Aguilar, Barbieri y Riverol. Tras almorzar en el Hotel Miramar viajó en el ferrocarril rumbo a la capital.
Su llegada a la Estación Caño Amarillo constituyó todo un acontecimiento. Una multitud se agolpó para verlo. En medio del tumulto una señora resultó herida y no quedó una sola mata en la estación. En hombros de sus seguidores llegó al Hotel Majestic de San Bernardino.
En total estuvo veintinueve días en Venezuela, actuando en Caracas, La Guaira, Valencia, Maracaibo y Maracay, donde le cantó al General Juan Vicente Gómez.
Nace la leyenda
Despacio, seguro de su destino, el pesado aparato asistió a la cita con la muerte. La nave intentó remontar el vuelo, pero estaba herida desde el mismo momento en que había sido escogida para viajar en ruta a la leyenda. En menos de un minuto el aeródromo de Medellín se convirtió en campo de muerte. El fuego calló la voz.
Sobre el accidente existen muchas versiones. Esta comprobado que una falla humana produjo la catástrofe. Unos afirman que hubo una disputa entre Gardel y el piloto colombiano Samper Mendoza, diferencia que zanjó Carlitos con un certero balazo en el cuello del aviador, otros aseguran que la causa fue un desperfecto de la máquina y hay quien dice que Alfredo Lepera le disparó a Gardel, pero la bala mató al piloto. Conjeturas, simples conjeturas. Los protagonistas de ese episodio no existen y por ende nadie está en capacidad de afirmar a ciencia cierta qué pasó.
El 24 de junio de 1935, a las tres de la tarde, América contuvo la respiración cuando las atribuladas voces de los locutores de radio le informaban al mundo que Carlos, que Carlitos Gardel, había muerto en un trágico accidente.
Aquel día, a aquella hora, nacía para la inmortalidad Carlos Romualdo Gardés. ¡Che, vos sos Argentina.!
"Su llegada a la Estación Caño Amarillo constituyó todo un acontecimiento. Una multitud se agolpó para verlo"...... entre esa multitud, estaba un gardeliano llamado Narciso Enrique Núñez, mi padre....
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