EL BALANCE
Ayer te vi pasar. Intenté hablarte, pero no pude. Dejé que mis ojos resbalaran por tu piel, acariciándola. No notaste mi presencia. Pasaste como pasa la brisa, como cae la lluvia, como sopla el viento: imperturbable, impasible, lejana, distante. Me quedé mirándote. Te vi alejar y sentí al tiempo marcar distancia entre nosotros. Entonces supe que la vida entera cabe en un instante. Recordé las veces que mis dedos cercaron tu boca en vano esfuerzo por evitar que dijeras adios. Fue inútil, no pude, mis manos no lograron detener tus palabras. Te fuiste. Hoy tan solo queda un vago recuerdo de lo vivido. De aquello que alguna vez fue lo único y primero para los dos. Nos separamos como lo hacen los socios que, no pudiendo conciliar sus diferencias, dividen su fracaso. Nos separamos con rabia, con dolor, con rencor.
Ayer cerramos por inventario. Hoy es hora de hacer balance. De sacar cuentas. De repartir lo que nos quedó. Yo ya lo hice. Y sorprendete: me debes y me propongo cobrar.
Me debes más de un millón de besos (exactamente un millón quinientos treinta y dos mil cuatrocientos ocho), de los muchos que te dí y no me devolviste, miles de caricias no correspondidas, infinidad de Te quiero que omitiste, cientos de miradas que esquivaste, una cantidad indeterminada de pensamientos que desechaste, un numero incalculable (pon tu la cifra) de latidos de corazón que nunca acompañaste, tres años de devoción, de adoración que menospreciaste, un mar de lagrimas que vertí por ti, una montaña de recuerdos que seguro desterraste, cientos de miles de horas de vigilia, de angustia, de desesperanza e incontables momentos de rabia, de celos, de despecho. Me debes, en fin, la vida. Esa vida que te entregué y que no supiste valorar. Esa vida que desdeñaste, que nunca hiciste tuya.
Como verás el Balance es a mi favor. Tu Pasivo supera con creces tu Activo. Estás en quiebra y también en mora, pues has dejado pasar el tiempo y no honraste tus compromisos. Te voy a embargar. Me voy a quedar con todo. De aquí en adelante no podrás disponer, de lo que siempre has considerado de tu absoluta propiedad, pues a partir de este momento confisco tu boca de terciopelo rojo, esa que frunces con desdén, esa a la que enseñé a besar. Me adueñó de tus ojos de noche, esos que relampaguean de deseo, esos que acarician de amor. Me posesiono de tus manos de pájaros, esas que revolotean gracias al conjuro de tu voz. También embargo tu voz, tu dulce y susurrante voz y el carbón de tu pelo, ese que juguetea con la brisa y que en caprichoso mohín te tapa la cara. Ahora soy el único propietario de tu cuerpo de sirena, de ese cuerpo de largas piernas, cimbreantes caderas y voluptuosos senos, de ese cuerpo que enciende mi pasión con solo evocarlo, traerlo a mi memoria. Me quedo con los hoyitos de tus mejillas, con tus dientes de nácar, con tu piel de durazno, con tu naricita de conejo.También es mía la nube de tus pensamientos y tu andar de gacela, tus sonrisas coquetas y por ende el cascabel de tu risa, tus miradas tristes y las lagrimas de tus ojos. Me perteneces tu.Completa y totalmente. Así lo dice la ley. La ley de la razón, la ley del corazón. Porque tu naciste para mi. Yo soy tu dueño. Y nunca, óyelo bien, nunca renunciare a ti...
PD.
Si quieres recuperar tus propiedades gustosamente te las devuelvo, previo pago del capital e intereses de lo adeudado. EFO.
PD.
Si quieres recuperar tus propiedades gustosamente te las devuelvo, previo pago del capital e intereses de lo adeudado. EFO.
Tu Pasivo supera con creces tu Activo. Estás en quiebra y también en mora, pues has dejado pasar el tiempo y no honraste tus compromisos. Me encanta!
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