ENTRE ESPÍRITUS TE VEAS
Tres son los ángeles que rigen nuestra existencia: Guarda, Amor y Muerte. Al de la guarda no lo vemos nunca, pero intuimos que está allí, a nuestro lado, protegiéndonos, vigilándonos. El ángel de la guarda no interfiere en nuestra vida, no se mete en ella, no dicta pautas de comportamiento, se limita a cuidarnos, a evitar que algo malo nos pase. Su presencia es natural, pues nos fue asignado el mismo día que nacimos.
El ángel del amor norma nuestro ciclo vital. A ese tampoco lo conocemos, pero si podemos sentirlo. Es un ser cálido, que nos permea, nos invade, se apodera de nosotros obligándonos a comportarnos de otra manera. Es un ángel universal.
El ángel de la muerte determina nuestra vida. Es el encargado de ponerle fin o de permitir que esta se prolongue por un tiempo más. Tampoco conocemos al ángel de la muerte, pero imaginamos como es. En nuestra angustia existencial lo vemos como un espectro, con cara de calavera, manos huesudas y risa siniestra.
De los tres solo el ángel de la guarda, está a nuestro servicio personal. Su única función es protegernos. El ángel del amor es compartido, nos gusta pensar que es un solo ángel quien cumple esa misión. Es selectivo, escoge a quienes repartirá su magia. El ángel de la muerte es comunitario, nos pertenece a todos, no hace distingos entre iguales, cumple su tarea sin aspavientos, sin prisa, pero tampoco sin pausa, ese ángel es desesperadamente igualitario, no escoge.
Al ángel de la guarda, generalmente lo ignoramos, no sentimos su presencia, no nos importa que esté o no cerca de nosotros, nos es indiferente. El ángel del amor es el más deseado, siempre queremos tenerlo a nuestro lado, compartir su hechizo, disfrutar la fascinación que ejerce, solazarnos en su encantamiento. El ángel del amor es querido. El ángel de la muerte es temido, no queremos saber de él. Nos espanta su sola mención. Quizás lo que más nos asuste es que es inevitable, que siempre, siempre nos alcanzará, que nunca dejará de presentarse.
Cuando entre espíritus te veas recuerda que tres son los designios: vivir, amar y morir, y tres los ángeles encargados de hacerlos cumplir. EFO.
Cuando entre espíritus te veas recuerda que tres son los designios: vivir, amar y morir, y tres los ángeles encargados de hacerlos cumplir. EFO.
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