jueves, 12 de abril de 2018






DESEOS, ANHELOS, ANSIAS
Para curar cuerpo y alma


Revisando cosas viejas, de tiempos idos, tropecé con tu mirada al descubrir una fotografía. Y recordé esa época en que desandabamos uno a uno,con nuestras pisadas muy juntas, tan juntas que parecían una sola, los adoquines de las calles ya vacías. En ese entonces faltaba mucho para que quedaras dormida en los brazos de hierro del tren de la vida. Todavía no se había aposentado en tu mente la idea de dejarme transitar solo los caminos del silencio. Aún se escuchaba el rumor de tus pasos de sombra, la guitarra dejaba oír su voz de madera, mis ojos encerraban tus ojos y  mi boca enrejaba tus besos. Hoy de ti solo conservo los recuerdos. Al igual que esas muñecas rusas, que a fuerza de ser concentricas se agrandan o reducen, dependiendo de si las muestras  o escondes; tus recuerdos a veces son tantos que forman un bullicioso tropel y otras tan pocos que el esfuerzo por evocar alguno hace doler la memoria. Hay momentos en que reniego de tu insistente presencia en mis pensamientos, porque no me deja espacio para otra cosa que no seas tu pero hay otros en que logro desterrarte;  eso pasa cuando la música se apaga, cuando los muebles se adueñan del cuarto, cuando se acerca la hora de barrer las huellas del día. Entonces hago un alto y comienzo a enhebrar mis deseos, enumerándolos, uno a uno: Quiero pedirle clemencia a la vida. Quiero, al igual que los jardines, bañarme con la lluvia y danzar con las flores al viento. Quiero caminar con las nubes y visitar los nidos donde vive el frío. Viajar en una alfombra de olores para degustar todos los sabores y ver todos los colores. Quiero aprender a beber como  los peces, a trabajar como las hormigas, a haraganear como los pájaros. Quiero andar todos los caminos, remarcar todas las huellas. Quiero pintar con lentejuelas el manto de la noche. Apagar con el día la luz de las estrellas, vestir de tiempo el cabello de los jovenes. Llorar en todas las tumbas. Gritar en todos los silencios. Escuchar las palabras prohibidas. Ver las cosas escondidas. Descifrar todos los susurros. Sentir todos los dolores. Vivir todas las angustias. Saborear todas las lagrimas. Cometer todos los pecados. Suplicar todos los perdones. Desgastar mis labios con todos los besos. Desdibujar mis manos con todas las caricias. Agotar mis ojos con todas las miradas. Descubrir todos los pensamientos. Develar todas las intenciones. Sufrir todos los dolores. Sentir todos los temores. Asustarme con todos los miedos. Andar por mil caminos. Navegar en muchos mares. Rasgar muchos cielos. Quiero vivir noches de eterna lujuria. Vestir el hábito de los monjes. Leer el libro de lo secretos. Mirar las caras de las sirenas. Dormir con los ojos abiertos y el corazón cerrado... 
Cansado de desear espero que regrese la calma, que mis ansias se aquieten, que se atemperen mis anhelos,  que retorne la paz a mi espíritu y vuelvo a ser yo: el ayuno de deseos, el cansado de promesas, el hastiado de preguntas, el resignado a seguir viviendo así, sin vivir... sin ti. EFO.

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