lunes, 2 de abril de 2018





LA VENTANA



Ya ha pasado algún tiempo. No se exactamente cuanto, pues hasta aquí no llega la luz del sol.  A ratos me canso de ver y me paro a caminar, a deambular por los escasos metros que  tiene el cuarto. Cuando lo hago la proyección de mi vida se detiene.  Me da un respiro, para reiniciarse más tarde en el punto exacto donde quedó. Me preocupa saber que ocurrirá una vez que termine, pues ya siento que se acerca el final. Los hechos que ahora veo son muy cercanos en mi tiempo. Pasaron hace pocos años. ¿Cuando eso suceda se abrirá la puerta? ¿ Podré salir?  ¿ O voy a morir en este cuarto? No lo se, ni tengo forma de averiguarlo. Esas interrogantes me angustian, me dejan expectante. Obligatoriamente tengo que esperar The End. Mientras tanto vuelvo a mi rutina: camino, deambulo.
Ayer sucedió algo extraordinario. Me recosté a una de las paredes del cuarto y sentí que algo cedió. Creí percibir el crujido de la madera. Me apoyé con fuerza y una ventana se abrió. Frente a mi se extendió una especie de túnel en forma de embudo. Los primeros metros hube de recorrerlos a gatas, pero en la medida que avanzaba el espacio se iba ensanchando hasta permitirme transitar los últimos tramos totalmente de pie. Al final del pasadizo  encontré otra puerta, igual a la primera, la traspuse y entré en otro cuarto idéntico al anterior. Esta vez la puerta no se cerró. Permaneció abierta. Ahora estoy aquí viendo una nueva  proyección de mi vida, sólo que esta no narra hechos pasados. Esta versa sobre el futuro. Mi futuro. Ahora no tengo que evocar un suceso, imagino un hecho e inmediatamente se desarrollan una serie de acontecimientos que todavía no han sucedido, pero que revelan lo que hubiera pasado, si hubiese tomado una decisión distinta a la que tomé, en un momento determinado de mi vida.  Sobre un mismo hecho puedo concebir diversas situaciones cambiando los personajes, las fechas, los lugares y hasta el mismo tiempo. Puedo, en otras palabras, diseñar mi futuro a mi antojo. Hoy elegí explorar mi matrimonio y me "case" con otras personas. Con otras novias que tuve. En algunos casos la experiencia posterior resultó altamente satisfactoria, en otros fue una verdadera decepción. Este nuevo entretenimiento, por llamarlo de alguna manera, se está convirtiendo, por lo divertido, en algo realmente interesante. He podido así estudiar otra profesión, vivir en otro país y hasta modificar la cantidad y el sexo de los hijos que tengo. Hasta el momento toda va funcionado muy bien, pero escarmentado como estoy, por la experiencia anterior, espero que muy pronto este nuevo cuarto me devele algún secreto, una trampa oculta.
Luego de varios ensayos elaboré lo que considere siempre debió ser mi vida. Efectué todos los cambios que alguna vez quise hacer para sentirme plenamente realizado. Y satisfecho abandoné el cuarto. Regresé al anterior y sorpresa: la puerta estaba abierta. La traspuse y volví a mi presente.
Hoy me levanté seguro que todo lo vivido había sido solo un sueño, un mal sueño, pero al mirarme al espejo tropecé con  otra persona distinta a mi. Alguien se había posesionado de mi cuerpo. Mi cabello era blanco, mi piel arrugada, mis ojos vacíos, mi boca fruncida. Frente a mi estaba un viejo decrepito. Asustado corrí a esconderme, pero no hallé donde. Mi casa no era mi casa, mi familia no era la mía, mi país era otro. Entonces entendí lo que estaba pasando: vivía el futuro que había diseñado solo que lo hacía muchos años después de haberlo concebido. Ese futuro luminoso, que creí ideal, ya había pasado y pronto vendría el final de la proyección que se inició cuando traspuse la puerta y entré por la ventana. Ahora quiero volver al cuarto, para revertir lo hecho, pero no puedo. No se como llegar a la puerta, desconozco que mecanismo activar, que pasadizo recorrer, que estancia visitar.  Soy prisionero obligado de mi futuro. Rehén de un tiempo por venir. Soy un cautivo ante la puerta...  EFO


1 comentario:

  1. Tendemos a ser rehenes de nuestra propia historia, cuando damos vuelta a la cabeza a ver el pasado, nos damos cuenta que pudimos haberlo cambiado, pero no lo hicimos y ahora es tarde....

    ResponderEliminar