sábado, 11 de agosto de 2018




LOS IMPENETRABLES SECRETOS



Ayer descubrí que he sido bendecido con un don. Que soy capaz de desentrañar misterios insondables, ancestrales. Que no hay nada oculto que no pueda saber.
Ese regalo, me vino dado sin que mediara en ello ninguna intención de mi parte, fue involuntario. Se me concedió sin que lo buscara, pues ni en mis más alocadas fantasías pude haber imaginado que era poseedor de esa cualidad, pero la tengo y desde que la descubrí empecé a usarla.
Ahora sé como se produce la tinta que tiñe las hojas de los árboles. Supe cual es el verdadero color de las aguas del mar. Logré desentrañar los cambios en los tonos del cielo. Entender el delicado mecanismo que hace posible que las nubes adopten cualquier forma. Al fin se como cantan los pájaros, porqué se arrastran las serpientes, como crecen las matas de hierba, cuando beben agua los peces y cuando descansan las hormigas. Pude descifrar el repiquetear de la lluvia, los gemidos lastimeros del viento, la furia de las tempestades, el poder del rayo, el fulgor de los relámpagos, el fragor del trueno, la frecuencia en que se producen las olas. Me fue dado conocer como nace el fuego, porqué quema y cambia de forma. Le vi la cara a la muerte, me la  mostró la noche. Entiendo que el tiempo no es eterno, que es cíclico, que se repite. Intuyo cuando llegará la depresión y como crece la angustia, estoy instruido en el arte del miedo y como se infunde.  He sido advertido sobre el minuto exacto en que el ocaso muere y nace la noche y en el que esta da paso al alba y el alba al día. Estoy enterado cabalmente del sentimiento de los asesinos. Me fue comunicada la alquimia del amor y el valor de la amistad.  Ahora soy capaz de adentrarme en los laberintos de las mujeres. Puedo saber, a ciencia cierta, cuando mienten, cuando sus lagrimas son falsas, cuando engañan. Discierno entre el bien y el mal. Fui avisado sobre el poder de las maldiciones. Penetré los secretos arcanos, esos que nunca han sido revelados, los que nadie conoce, los que todos temen conocer. Presiento toda traición, percibo cualquier engaño. Escucho hablar al silencio. He viajado con la luz, navegado con el ruido. Entiendo las voces de los animales. Puedo ver lo ultimo que vieron los ojos de los muertos. Siento su soledad, la que les comunica la fosa en que habitan. Soy un versado en la naturaleza de las pasiones, de todas ellas, del amor, de los celos, del deseo, del odio, de la lujuria, de la envidia, de la vanidad, de la gula, del rencor, de la venganza. Conozco todos los secretos de confesión. Estoy, en suma, por sobre todas las cosas, más allá del bien y del mal. 
Se todo y mucho más, pero tengo una limitación, una incapacidad: no puedo revelarlo, no me es permitido contárselo a nadie. Y por eso los misterios, los enigmas, seguirán siendo eso: misterios, enigmas y nunca nadie, excepto yo,  podrá conocerlos.  EFO.

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