CARTA A UN DESCONOCIDO
Apreciado fantasma:
Albertíco, el hijo de María la vecina, a quien sobornó con la promesa de una chupeta, me entregó su carta. Le confieso que he notado su presencia. Al principio con curiosidad, después con interés y ahora, con emoción y un poquito de temor pues no estoy segura de responder a las expectativas que se ha formado acerca de mi. Mi nombre es Victoria, pero todos me llaman Vicky. Ahora que lo sabe espero cumpla lo prometido, se decida a hablarme y deje de ser mi sombra... mi fantasma.
PD.
Le dije a Albertíco que usted le daría dos chupetas, una por entregarme su carta y la otra por llevarle la mía. EFO
jajajaja.... muy bien por Vicky, una mujer echaá pa´lante....
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