EL CAMINANTE
El caminante recorre senderos de ilusiones. Lo hace con pasos rápidos, furiosos, ansiosos por llegar. El Caminante desanda veredas de dolores. Lo hace con pasos lentos, cansinos, demorados, temerosos de llegar. El caminante recorre rutas de realidades. Lo hace con pasos firmes, seguros de llegar.
El camino es una cinta larga que se extiende y toca el horizonte. El camino es una brecha estrecha que nos constriñe los pasos. El camino es hondura que nos desafía a penetrarla. El camino es una trocha empinada que se esfuerza en no llegar. El camino es un manojo de opciones, que se muestran tentadoras.
El caminante es peregrino del presente. El caminante es andariego del pasado. El Caminante es rutero del futuro. El caminante marcha con la soledad como compañía. El caminante cubre distancias con la angustia de sus propios pasos. El caminante otea acechante horizontes de lejanía que lucen inalcanzables.
El camino es espacio abierto, tendido hacia el infinito. El camino es un trozo de realidad que debemos recorrer. El camino es un largo viaje que estamos iniciando. El camino es una travesía que recién terminamos. El camino es un sendero pedregoso, abrupto.
El caminante es deseos de andar y voluntad para no desfallecer. El caminante es un puñado de desafíos lanzados al viento. El caminante es una apuesta a un porvenir que no llega. El caminante es jugador azaroso en una vía insegura.
El camino es un largo hilo que une. El camino es un cordón que nos vértebra. El camino es una ristra que nos ata. El camino es un plano de realidad que sentimos próximo, nuestro, que nos pertenece por derecho propio y que debemos de transitar por voluntad impuesta.
El caminante es la esperanza de cara al futuro, visionada en sueño, factible de convertirse en realidad. El caminante no tiene edad, no tiene rostro, no tiene forma; solo pies para andar, ojos para ver, y corazón para palpitar al ritmo de sus ilusiones; lo demás es exceso de equipaje, fardo inútil, peso muerto; nada bueno para el camino.
Los caminos son muchos y distintos. El caminante es uno solo. Cada caminante traza su propio camino. Lo escoge con cuidado. Planifica su viaje. Y una vez seguro se lanza a la ruta, se convierte en peregrino.
Camino y Caminante se funden en un mismo deseo: Ser, hacer, trascender, llegar. EFO.
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