domingo, 13 de mayo de 2012



CUANDO ME VAYA




Cuando intente despertarme una mañana, una noche, o una tarde cualquiera y no pueda. Cuando tenga un peso sobre mis ojos, una rigidez en mi mano y un tapón en mis oídos. Cuando no vea, no huela, no sienta. Cuando no pueda pararme, ponerme derecho, erguido. Cuando ya no piense. Cuando sepa que estoy y no estoy, que soy y no soy. Que será de mis cosas. Si, de mis cosas que son muchas.Que será de mi mujer, de mis hijos, de mi perro, de mi ángel de la guarda, de mis tragos de ron, del humo de mis tabacos, de mis papeles. De mi luna, de mis estrellas, de mis tardes. Que será de mis amores, los que tengo y los que tuve. De mis males, los que me minan el cuerpo y me martirizan el alma. De mis sueños. De mis audacias, mis ideas, mis ambiciones, mis angustias, mis temores, mis rabias, mis celos, mis ansias de tener, mis esperanzas, mis desilusiones, mis triunfos, mis fracasos, mis recuerdos: los buenos y los malos. De mi presente. De los santos que me acompañan cuando salgo solo. De mi patrón, ese que me mangonea. Que será de mis calles, las que camino y las que no caminaré, de mis deseos, de mis pasiones, de mis dudas, de mis preguntas, de mis respuestas, de mis amigos y sobre todo de mis enemigos, de mis secretos, de mis verdades, de mi trabajo, de mis odios, de mis fobias, de mis miedos, de mis rabias, de mis alegrías, de mis pesares, de mis escritos, los ya escritos y los por escribirse, de mis monstruos, esos que viven bajo mi cama. De mis nostalgias. De mi pasado. De mi Díos, ese al que me encomiendo. De mis noches, de mis días. De las cosas en que creo. De los perdones que nunca pedí. De las cosas en que pienso. De las cosas que quiero. De las cosas que olvidé. De mis fantasmas. De mis muertos. De mis ansias de seguir viviendo. Del diablo, ese a quien temo. De las mujeres que no tendré, de las que tuve y dejé; de las que tuve y me dejaron, de las que veo y quisiera tener. Que será de los reyes de mi ajedrez. De mis ídolos de barro, de los de piedra. De las voces de mis lamentos. De los gritos de mis pesadillas. De los gemidos de mi cuerpo. De mis sudores, de mis dolores. De mis deudas, de mis ilusiones. De las canciones que canto. De los olores que respiro. De las lágrimas que enjugo. De los cajones que nunca abro. De las promesas que no cumplí. De las bocas que no besé, pero que siempre deseé. De todo aquello que una vez fue mío. De todo aquello que no tendré nunca, jamás. Que será de mí EFO.

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